La elección de materiales renovables como la madera o el bambú
Hoy hablamos del bambú, un material que junto a la madera está revolucionando el sector de la construcción sostenible. Como la madera, el bambú es un material que el hombre ha utilizado desde la antigüedad y aunque nos puedan parecer similares, el bambú se diferencia de la madera por algunas de sus características:
Aunque ambos materiales comparten que son renovables y que almacenan dióxido de carbono, en el caso del bambú su capacidad para hacerlo es 5 veces mayor que la de la madera. Aun así, la principal diferencia está en el hecho de que es una gramínea de rápido crecimiento con un tallo hueco, muy duro, mientras que especies de madera dura son un tipo particular de árbol. Gracias a su resistencia y a su dureza el bambú se conoce también como acero vegetal o hierba de acero. De hecho, se ha demostrado a lo largo de los siglos que las construcciones con bambú son resistentes y perduran con los años, sobre todo, en zonas de Asia donde este material es abundante y muy utilizado de forma local. También la madera tiene una muy elevada resistencia a la flexión, lo cual permite construir estructuras más ligeras.
El bambú crece principalmente en Asia, Centroamérica y África y al ser una hierba no necesita replantación, ya que brota naturalmente cada año. Su rápido crecimiento es uno de sus puntos de fuerza. El bambú tarda aproximadamente siete años para lograr su madurez y crecimiento, a diferencia de la madera dura que le toma de 15 a 20 años o más. Una vez cortado, el bambú crece nuevamente hasta alcanzar una altura máxima de 30 metros en tan solo 6 meses.
El bambú y la madera tienen un excelente comportamiento térmico, acústico y sísmico y unos reducidos costes de construcción.
Mientras que en Asia ha sido utilizado para fabricar casas, puentes, templos, etc. en Occidente no es muy común ver obras en bambú. En España se encuentran algunos ejemplos de arquitectura en bambú, como la cubierta de la Terminal-4 del aeropuerto de Barajas en Madrid, obra del arquitecto Richard Rogers y las viviendas sociales en Carabanchel del estudio FOA.
Sin embargo, las construcciones en bambú presentan algunas desventajas ligadas por ejemplo a la forma cónica del bambú, que hace que el diámetro vaya cambiando en toda su longitud, además necesita protección y mantenimiento ante los rayos de sol y es un material altamente combustible (a diferencia de la madera). Sin olvidarnos que ese recurso crece principalmente en zonas tropicales, donde los climas son húmidos y cálidos; por lo tanto, es difícil de encontrar.
En definitiva, la necesidad urgente de plantear un nuevo paradigma que promueva la conservación y la sostenibilidad ambiental hace que el sector de la construcción apueste cada vez más por la elección de nuevos materiales, más sostenibles y naturales, como el bambú o la madera.