Madera: el súpermaterial de construcción sostenible del futuro
La relación de los seres humanos con la madera como material estratégico se remonta a hace más de dos millones de años, antes incluso de la aparición del homo sapiens. Mucho tiempo después, durante la Antigüedad Clásica y la Edad Media, su utilización en la construcción se generalizó y comenzaron a erigirse toda clase de edificios de madera en las ciudades, los pueblos y las aldeas de todo el mundo. Unos siglos más tarde, la madera ha perdido mucho protagonismo frente a alternativas como el ladrillo, pero su recuperación es fundamental para satisfacer la demanda de viviendas y oficinas sin agravar la problemática climática. Estos son sus beneficios principales:
Almacenamiento del dióxido de carbono
La madera de calidad, como la utilizada en la construcción de Wittywood, primer edificio de oficinas construido con este material en España, actúa como un almacén del dióxido de carbono. Puesto que se trata de uno de los principales gases de efecto invernadero, su contención se traduce en una disminución del calentamiento global.
Residuos no contaminantes
A diferencia de lo que ocurre con otros materiales propios de la construcción, los humanos no inventamos la madera: ya estaba ahí cuando comenzamos a poblar este planeta. De ahí que sus residuos sean perfectamente compatibles con el ciclo natural de los ecosistemas y no representen una amenaza para los mismos. Es biodegradable.
Reciclaje múltiple
En la actualidad existen tecnologías suficientes para reciclar los residuos de madera repetidas veces. Y eso no es todo. Además, este material proporciona un último servicio cuando deja de ser útil para la construcción o fabricación: su explotación para la obtención de una energía completamente limpia.
Renovación natural
Los árboles no necesitan de la acción humana para prosperar. Han sobrevivido durante casi 400 millones de años con sus propios recursos y pueden seguir haciéndolo en el presente siempre que la tala y recolección de madera se realice de una manera sostenible y se prevean programas de plantación en áreas estratégicas.
Capacidad de aislamiento térmico
La madera conduce el calor noventa veces más lento que el mármol y siete mil veces más lento que el aluminio. Es un material que aporta en consecuencia un gran aislamiento térmico en el interior de los edificios. Esto, a su vez, desemboca en un menor uso de la calefacción y en un ahorro de la energía consumida.
Seguridad adicional
Al contrario de lo que suele pensarse, la madera estructural presenta mayor resistencia que el cemento. Esto se debe en cierta medida a la flexibilidad de la que dispone, que le permite doblarse sutilmente ante la presión, una habilidad de la que carece el cemento, el ladrillo y otros materiales de construcción habituales.
Resistencia química
Las cualidades higroscópicas de la madera le permiten regular la humedad presente en los ambientes interiores, lo que repercute en la calidad del aire que se respira. Por otro lado, este material presenta muy pocas probabilidades de oxidación en comparación con otros materiales como los metales.
Resistencia ante el fuego
Es una afirmación contraintuitiva pero es científicamente cierta: la madera es un material combustible, sí, pero una vez se carbonizan sus áreas superficiales, su mala conducción del calor frenan la transmisión del fuego al interior de los edificios. Es un material protector que contradice la visión generalizada.
Capacidad de aislamiento acústico
Las propiedades físicas de la madera absorben las ondas sonoras y producen un amortigamiento del ruido. Esto es especialmente cierto dentro de los edificios fabricados con madera, en los que el aislamiento acústico entre diferentes habitaciones o salas supera con creces al proporcionado por otros materiales.
Incremento del bienestar psicológico
Existe una razón por la que las personas experimentan más serenidad en la naturaleza: la especie evolucionó en dichos entornos, por lo que los pájaros, los ríos y los árboles de madera representan un hábitat natural. Y de ahí que los edificios construidos con madera se hayan relacionado con menores niveles de estrés, mayores niveles de concentración y mayores niveles de creatividad.