Madera contralaminada: una alternativa sostenible a la construcción con hormigón
A lo largo de los años, el hormigón nos ha permitido construir edificios de forma rápida y de gran funcionalidad. Sin embargo, la crisis climática ha llevado el sector de la construcción a buscar materiales cada vez más sostenibles, como la madera.
Hoy en día el uso de la tecnología aplicada a la fabricación de elementos constructivos de madera permite lograr resultados similares a los que proporciona el hormigón armado, como en el caso de la madera contralaminada.
Gracias a su versatilidad, funcionamiento estructural y sencillez constructiva, la madera contra laminada está revolucionado por completo este sector.
¿Qué es la madera contralaminada?
Conocida también por el acrónimo CLT (Cross laminated timber), fue utilizada por primera vez en la década de 1990 en Austria y Alemania y posteriormente se expandió en toda Europa. Se trata de un producto de ingeniería, hecho por el hombre.
Si la madera laminada proviene de la unión de láminas de madera para conformar una única unidad estructural, siempre lineal, la madera contralaminada está formada por capas de tablas de madera estructural encoladas, de forma que las capas sucesivas se van disponiendo cruzadas entre sí.
Con esta disposición se consigue un producto muy estable, ya que el sistema de capas cruzadas evita cambios dimensionales en la madera, y es a la vez un sistema de elevada resistencia mecánica y gran rigidez.
La madera usada es normalmente procedente del abeto, aunque puede incluir un porcentaje de pino o alerce, y madera dura.
¿Cuáles son las ventajas del CLT?
Se ha demostrado que la madera contralaminada aporta numerosas ventajas respecto a otros materiales, entre ellos:
- Resistencia al fuego. Cuando se somete al fuego, su capa exterior se convierte en carbón aislante que puede mantener el fuego a raya durante 30-120 minutos.
- Rapidez proceso de construcción. Las piezas se preparan previamente en el taller, ya están cortadas a medidas y mecanizadas mediante CNC, por lo que el tiempo de ensamblaje se reduce considerablemente. Esto es posible gracias a la medición, diseño 3D y planificación de todos los elementos. De hecho, un edificio de 18 plantas podría construirse en tan solo 9 semanas.
- Versatilidad. Múltiples aplicaciones, ya que los paneles CLT pueden utilizarse para paredes, suelos y techos tanto en estructuras portantes como no portantes.
- Respetuoso con el medio ambiente. El CLT es un material renovable, verde y sostenible, ya que está hecho de madera y no requiere la quema de combustibles fósiles durante la producción.
- Precisión. Durante el proceso de fabricación todo está decidido y predeterminado y no es posible realizar ajustes en obra. Por lo tanto, los que trabajan piezas de madera contra laminada, deben articular piezas virtualmente perfectas.
La madera contralaminada ya empieza a verse en las construcciones de todo el mundo y pronto podrá reemplazar al hormigón.