1 febrero 2022

¿Podrá la madera sustituir el acero y el hormigón?

Cuando pensamos en la construcción de edificios, nos vienen a la mente materiales como el hormigón, el acero, pero difícilmente consideramos la madera. Sin embargo, este es un excelente material para la construcción, ya que requiere 24 veces menos energía que la construcción convencional y posee numerosas ventajas frente al hormigón y el acero.  

Destacan especialmente sus prestaciones acústicas y térmicas que son superiores a las del hormigón o el acero y, por tanto, la construcción en madera no requiere de materiales adicionales para lograr unas prestaciones térmicas y acústicas marcadas. 

Otra característica es la resistencia. La madera estructural, en proporción con su peso, tiene una muy elevada resistencia a la flexión, lo cual permite construir estructuras más ligeras. Su relación resistencia/peso es 1,3 veces superior a la del acero y 10 veces a la del hormigón. 

La madera es resistente a la humedad y a muchas de las sustancias químicas y condiciones que afectan adversamente al acero y al cemento, como las sales corrosivas, los ácidos diluidos, los gases industriales y el aire marino. 

Contrariamente a lo que se piensa, la madera presenta una excelente resistencia al fuego. Al quemarse, la periferia de la madera se carboniza y actúa como aislante térmico estabilizando la combustión. Además, si la madera sobrepasa su límite de resistencia, a diferencia del acero, la madera no se colapsa, sino que cede lentamente. 

Pero, ¿cuál es su durabilidad? Son propios los edificios centenarios que atestiguan la gran durabilidad de la madera. Siendo un material natural, también la madera sufre el paso del tiempo y su durabilidad se determina en función de la resistencia a la humedad, a insectos, xilófagos y hongos, etc. 

El fin de vida de la madera se realiza mediante la incineración. De hecho, si consideramos su combustión, vemos que es neutral en cuanto a emisiones, ya que las emisiones de CO₂ al quemarse son equivalentes a las que la madera ha absorbido durante su «vida de árbol» antes de convertirse en un material de construcción. 


Como hemos visto, todas estas propiedades hacen que la madera tome cada vez más protagonismo en el mundo de la arquitectura y pronto podremos plantearnos el hecho de sustituir algunos de los patrones constructivos actuales por ella.